Este es un recorrido perfecto para los viajeros que deciden basar su visita en el aspecto judío de la capital de Granada sin perderse el majestuoso complejo de La Alhambra.
La ciudadela de La Alhambra muestra una colección de palacios mágicos, las únicas residencias reales de una dinastía islámica que han permanecido en pie desde la Edad Media. Estos palacios recrean de manera codificada la imagen del Jardín del Edén y la belleza de los palacios del Rey Salomón.
Después de un paseo de dos horas por los palacios y jardines de la Alhambra, caminará hasta la parte baja de Granada para visitar el Barrio Judío, con nuestro guía. Podrías pasear por el barrio del Realejo.
Después de la muerte de Habús ben Maksan, segundo rey zirí, musulmanes y judíos vivieron etapas alternas de paz y conflicto. Estos últimos confines permanecieron en su propio 'gueto' hasta la llegada de los cristianos, quienes, después de la toma de Granada, expulsaron a todos los sefardíes de su asentamiento. Destruyeron la sinagoga y los edificios principales, y comenzaron a repoblar el barrio con los colonos cristianos. Se terminó Garnata al-Yahud y se creó el distrito de Realejo.
El Realejo sufrió una remodelación urbana muy profunda después del abandono de su comunidad judía; en mayor o menor medida, su estructura cambió, especialmente en la parte inferior. Pero lo que no ha dejado atrás es su esencia como judía; Calles empinadas y estrechas, algunas de ellas incluso escalonadas. Hoy en día es un barrio cosmopolita, donde conviven personas de muy diferentes orígenes, con granadinos "de toda la vida". Pero lo que más llama la atención de este barrio es la vida que rezuma.